Pilar en la luna
Columpiando su esperanza paso largos años, podría pasar en cualquier momento, ella lo sabía y también sabía que sería un momento irrepetible, inigualable.
Observaba a diario desde la distancia otros astros, otros planetas, otras estrellas, pero ella siguió esperando.
Pilar sabía que se acercaba el momento y con una gran emoción y una sonrisa en los labios, sus ojos brillaron más que nunca en el momento que la luz se encendió y vio todo iluminado a su alrededor. Por fin estaba ahí, no solo la podía ver, también sentir. Era la luna más bonita que había visto en su vida, era su luna.
A veces las cosas tardan más en llegar, a veces menos, pero no podemos rendirnos y sobre todo debemos luchar y trabajar por lo que queremos. Siembra y aprende a regar.
Ilustración infantil, dibujo a mano alzada más técnica digital.